Recibir el diagnóstico de diabetes es algo inesperado para cualquier persona y su familia.

Es un momento en donde la vida parece que se detiene.

Al recibir el diagnóstico, la familia necesita manejar los aspectos prácticos y emocionales. Al principio, la situación es incierta y cambiante. La persona puede sentirse confundida. Surgen muchas preguntas, hay que abandonar algunas expectativas, cambiar el estilo de vida o la forma en la que la familia funciona hasta este momento. Cada integrante en la familia inicia su propio proceso de duelo. Cada uno irá a su ritmo, a su manera y a su posibilidad.

Cuáles son las etapas del duelo

Duelo es un tiempo de sufrimiento y adaptación al cambio, que ocurre después de una pérdida. Puede ser la pérdida de la salud, como al recibir el diagnóstico de diabetes. También hay otros tipos de pérdidas: se puede perder un ser querido, una relación sentimental, un trabajo o una mascota. El duelo nos sirve para aprender del pasado y restablecer la vida.

Las personas atraviesan varias etapas en el duelo. No siempre las etapas ocurren en el mismo orden o en la misma intensidad aparente para todas las personas. Todos somos diferentes y las emociones también se expresan de forma distinta.

  • Usualmente la primera etapa es la negación. Expresiones comunes en esta etapa son “no puede ser”, “no es cierto” o “esto no me puede estar pasando a mí.
  • La siguiente etapa es la ira o enojo. Hay un reclamo, una queja ante la vida y lo que se experimenta. Por ejemplo “¿Por qué a mí?” “Es injusto lo que me pasa”. “Yo no lo merezco”. La persona sólo quiere hablar de la diabetes, de lo difícil que es la situación y de los problemas que enfrenta. Hay un riesgo grande de sentirse culpable, o de ser culpado por otras personas. Por ejemplo, “es que no seguí la dieta… o no me tomé los medicamentos”
  • Más adelante, puede haber depresión. Algunas veces, la depresión es enojo reprimido, o expresado hacia adentro. La persona se encierra en sus emociones y no las expresa, lo que causa una tristeza profunda. Los riesgos de esta etapa son aislarse de las relaciones sociales, negarse a recibir apoyo de otros o la falta de motivación.
  • Luego ocurre la negociación. En esta etapa, la persona empieza a manifestar interés por enterarse de qué le pasa y abre su mente a la posibilidad de manejar la diabetes. Hay un estira y encoge con las decisiones. La persona se plantea qué pasa si acepta el diagnóstico y cómo puede cambiar la situación. Esta etapa del duelo cuando se presenta diabetes es diferente al duelo que ocurre cuando fallece un ser querido, porque la persona está viva y podrá cambiar el pronóstico de la enfermedad.
  • Por lo general, la última etapa es la aceptación. Y media vez la persona acepta el reto, está lista para aprender a manejar la diabetes.

Toda crisis es una oportunidad

A pesar de que al recibir el diagnóstico esto podría parecer imposible, toda crisis es una oportunidad para fortalecerse y adaptarse, si la persona y su familia movilizan sus recursos y habilidades, para aprender, manejar sus emociones y sentimientos y luego manejar la diabetes. Si tú te has sentido devastado por el diagnóstico de diabetes, déjanos un comentario aquí o programa tu cita para recibir apoyo aquí.

Para este artículo contamos con el apoyo de Angie Rodríguez, psicóloga y educadora en diabetes mexicana, que vive con diabetes. Si deseas contactarla, pueden hacerlo aquí