Veo, veo, ¿qué ves?, parece un cantito de niños. Solo que, cuando se trata de nuestros ojos, “ver” no es tan sencillo como parece.

Por lo general, cuando pensamos en “la vista”, usualmente nos referimos a la agudeza visual, que se puede corregir por medio del uso de lentes o anteojos. De hecho, se estima que 1 a 2 de cada 10 personas necesita usar anteojos para leer o para conducir un vehículo. 

Y en una persona con diabetes, ¿qué problemas amenazan la vista?

Si, la diabetes puede afectar los ojos, sobre todo si no está bien controlada. Diabetes es la causa más frecuente de baja visión o ceguera en adultos en edad productiva, en todo el mundo. El gran problema es que los daños no se ven a simple vista, ni con un examen para usar anteojos. Estas lesiones no causan ningún dolor, ni molestias sino hasta que ya el daño está muy avanzado. Entre los problemas más frecuentes que afectan la vista en personas con diabetes se encuentran

  • Las cataratas, o “nube”, que consiste en que el lente o cristalino se pone nublado. Quitar el lente y sustituirlo por otro, hecho a la medida, es curativo, si se hace a tiempo. Si la catarata se “pasa de madura”, podría causar ceguera.
  • La retinopatía diabética. El aumento de azúcar dentro de la gelatina que se encuentra en el ojo hace que las células reciban menos oxígeno que en condiciones normales. Las venas y las arterias se dañan. También se encuentran pequeñas áreas de sangrado. La retinopatía avanza muy lentamente. Al progresar, empiezan a crecer nuevos vasos de sangre. Es decir, se vuelve “proliferativa”. Cuando estos nuevos vasos de sangre se dirigen hacia la mácula, que es el punto de mayor visión en el ojo, afectan la vista 
  • Cuando los vasos de sangre se adentran en la región de mayor visión, se genera el edema macular. A pesar de que no duele, sí puede afectar la visión, tratarlo es una urgencia médica.
  • Hemorragia y desprendimiento de retina. Si los nuevos vasos de sangre que se forman cuando el azúcar está alta se rompen, esto causa sangrado dentro del ojo. La persona no tendrá dolor, pero necesita recibir tratamiento inmediato, para detener el sangrado, que afecta grandemente la visión (la persona ve el desnivel causado por la sangre dentro de su ojo). Cuando se detiene el sangrado y se forma un coágulo, esta cicatriz jala de la retina y causa el desprendimiento. Entre más temprano se trate el sangrado y menor sea la hemorragia (o mejor si no ocurre, porque se puede prevenir), habrá menos pérdida de visión. 
  • Otros problemas que necesitan tratamiento urgente incluyen el glaucoma (aumento de la presión dentro del ojo) y la oclusión de la vena central de la retina, que puede causar ceguera repentina, por lo general en un solo ojo. Solo recuerda, todo esto se puede tratar, debes buscar ayuda inmediatamente. 

¿Qué síntomas se pueden presentar?

De preferencia, no esperes a tener síntomas. Pero si ya los tienes, necesitas realizar un examen digital y consultar inmediatamente. Por ejemplo: 

  • Visión borrosa
  • Dificultad para enfocar
  • Ves moscas u objetos flotando
  • Ves manchas o puntos negros que flotan o caen
  • Ves olas del mar
  • Ves un desnivel, como agua arriba y más oscuro abajo
  • Ves como si estuvieras dentro de un túnel
  • Pierdes la visión de repente, ya sea con uno o con los dos ojos

¿Cómo evitar que esto me suceda a mí?

Si tienes diabetes, tienes descontrol de azúcar o tienes parientes con diabetes (como padres o hijos) que han tenido retinopatía, tienes riesgo de presentarla tú también. En estos casos, la clave es la prevención. Si detectas las lesiones y recibes tratamiento a tiempo, prácticamente todos los casos de baja visión y ceguera causados por diabetes mal controlada se pueden prevenir. 

La mejor forma de detectar lesiones que pueden afectar la visión es realizar un examen digital del fondo del ojo, cada año a partir del momento en que te diagnosticaron la diabetes. Lo más importante es detectar el problema y tratarlo rápidamente. ¡Esto puede salvar tu visión!

Puedes programar tu cita para realizar tu examen digital de los ojos aquí.