La recomendación actual es que hagamos dos tipos de ejercicio, el aeróbico y el de resistencia.
El ejercicio aeróbico es el que aumenta la frecuencia cardiaca y nos hace sentir más activos. El corazón late con más intensidad y sentimos que nuestros pulmones también mejoran su capacidad. Ejemplos de ejercicio aeróbico incluyen caminar, correr, saltar cuerda, nadar, montar bicicleta. Lo recomendable es hacer al menos media hora de ejercicio aeróbico, de 3 a 5 veces por semana. Antes de empezar el ejercicio aeróbico, haga estiramientos y calentamiento, unos 5 minutos. Lo mismo para enfriar, se estiran los músculos suavemente, para que el esfuerzo termine sin dolor.
En cambio, el ejercicio de resistencia es el que nos hace mejorar la fuerza muscular. Por ejemplo, esto incluye hacer pesas o hacer ligas (bandas elásticas). Se trata de ganar fuerza muscular por adaptación al esfuerzo. Hágalo 10 a 20 minutos, dos a tres veces por semana, en días alternos
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