Un pedicure clínico es un procedimiento para cuidar los pies y las uñas.  Solo que ¡espera un momento! se escucha muy sencillo, aunque es más importante de lo que parece. Entérate aquí de lo que hará tu médico para cuidar tus pies.

Para qué sirve el pedicure clínico

Algunas lesiones en los pies pueden parecer insignificantes. Por ejemplo, podemos no darle mucha importancia a los callos, a las uñas encarnadas o a la resequedad en la planta de los pies. Sin embargo, estas lesiones pequeñas indican que hay problemas, que debes corregir. 

  • La limpieza de los pies es clave. Primero, porque cuando los pies están sucios se genera mal olor. Luego, porque la suciedad y la humedad favorecen que ocurran infecciones y hongos en las uñas. 
  • El siguiente paso es el cuidado de las uñas. Los hongos y las infecciones predisponen a la formación de úlceras. Por esto, son factores de riesgo de lesiones en las personas con diabetes. Mantener tus uñas sañas y bien cuidadas es esencial para mantener tus pies sanos.
  • Las uñas encarnadas pueden ocurrir por varias causas, Por ejemplo, si los zapatos están muy apretados, o si las uñas se cortan redondas, con un corte muy metido en los bordes del dedo. cuando esto pasa, se forma un callo alrededor del lecho de la uña y esto causa que, al salir de nuevo, la uña se encarne. Además de que las uñas encarnadas causan mucho dolor, son sitios frecuentes de formación de heridas y úlceras, que se pueden prevenir. ¡Deja que nuestro experto las trate, para prevenir mayores problemas!
  • Los pies resecos pueden indicar que a tus pies les falta humedad. En condiciones normales, nuestros pies sudan y ese sudor ayuda a que se mantengan lubricados. Si tu piel está muy reseca, lo primero que debes descartar es que las glándulas que producen el sudor funcionen adecuadamente. Cuando hay inicios de neuropatía periférica, se pierde la sudoración en la planta de los pies. Esto puede ser un signo temprano de neuropatía. 
  • El siguiente paso es detectar y tratar los callos. Los callos son formaciones duras de piel, que ocurren cuando el cuerpo trata de prevenir una lesión por el roce del calzado o porque hay puntos de apoyo inadecuados sobre el pie al caminar. Por ejemplo, si los zapatos aprietan o si al caminar haces mucha presión sobre alguna parte del pie, esto causará que se forme un callo. El problema ocurre cuando hay pérdida de la sensibilidad protectora normal. Si la persona no siente que el zapato le aprieta, entonces se seguirá formando el callo, hasta hacerse más grande, sangrar por adentro o causar una úlcera. Por esto, si tienes callos, tu médico revisará cómo está la sensibilidad en los pies.
  • Los callos se deben limar, para reducir los puntos de fricción. Después del pedicure clínico, es posible que esté indicado, además de cambiar el tipo de calzado, realizar unas plantillas que te ayuden a distribuir las cargas de peso y roce sobre tus pies y así evitar que los callos recurran. 

Cómo cuidar tus pies entre cada cita del el pedicure clínico

Por lo general se recomienda que realizes el pedicure clínico cada 6 semanas. Es mejor que lo realice un experto, para evitar que te puedan causar heridas o lesiones, que puedan afectarte en el futuro. Entre cada sesión del pedicure clínico debes cuidar tus pies de esta manera: 

  • Lava tus pies con agua y jabón suave, todos los días. Vigila que no tengan mal olor y reporta si hay moretes o dolor en alguna parte. 
  • Seca tus pies con una toalla de algodón, que esté limpia y seca. Seca bien entre los dedos, no dejes humedad, porque esto favorece el mal olor. 
  • Usa una crema humectante, para aplicarla en la planta de tus pies. Evita usar crema entre los dedos, ya que esto generará mal olor y humedad. 
  • Usa calcetas o calcetines de algodón. Evita el nylon o las medias muy apretadas. Mira que tus dedos tengan buena circulación y que las calcetas no estén apretadas, para que no alteren la circulación. 
  • Usa zapatos bien acolchonados, que tengan buen soporte en el arco del pie. Los zapatos deben tener una profundidad adecuada, para que tu pie quepa bien y quede cómodo. Al ponerte de pie, la punta de los zapatos debe dejar por lo menos unos dos centímetros entre tu pie y la punta del zapato. Igual cuando estés sentado, debe caber un dedo entre el zapato y tu talón. Por supuesto, recuerda que los zapatos tampoco deben estar tan flojos que se te salgan o te dificulten caminar. 
  • Cambia tus zapatos a lo largo del día, por lo menos una vez, para que no se calienten tus pies y que no se genere humedad.
  • Revisa y limpia tus pies por la noche, antes de acostarte.

Si  deseas conocer más sobre el pedicure clínico y los cuidados que necesitas dar a tus pies a diario, o si necesitas hacer una cita para tu pedicure clínico, para conseguir zapatos adecuados y bonitos, o para  hacer tus plantillas, comunícate con nosotros aquí